Daniël
Aquel primer día. Lo recuerdo bien. Todo gente nueva con antecedentes completamente diferentes. Lo que realmente teníamos en común era que todos estábamos un poco incómodos aquel primer día. ¿Qué es exactamente esto? ¿Qué vamos a hacer exactamente todos? ¿Días de formación? Preguntas, preguntas y más preguntas.
Viniendo del marketing y la comunicación, elegí muy conscientemente un cambio de carrera. Pero, ¿qué me esperaba exactamente? Me gusta comparar el curso de formación de Turismo Receptivo de IVOR con la construcción de una casa. Los ladrillos individuales no dicen mucho todavía, pero gradualmente se ve que algo emerge; algo se está construyendo realmente.
La moneda cayó para mí en el primer día de práctica en Utrecht. Todo el grupo se había preparado bien y yo pronuncié un monólogo introductorio sobre la historia de Utrecht. La preparación sola ya fue un placer. Mientras que antes estaba ocupado con informes vagos que terminaban apilados en algún lugar, ahora toda una ciudad cobró vida para mí. ¿Sabía, por ejemplo, que Utrecht fue la capital holandesa durante muy poco tiempo?
Todo el día, junto con mis compañeros de estudios, fue un gran éxito. Por fin empezaba a ver de qué se trata este oficio. ¡Y lo divertido que es! A esto le siguió otro día práctico en Ámsterdam y el examen práctico en Den Bosch. Nunca supe que había tanto que contar sobre el hermoso Sint Jan. Mientras escribo esto, ha pasado solo una semana desde que Notre Dame fue alcanzada por ese terrible incendio. St John’s también sufrió un incendio. En un momento así, uno empieza a abrazar aún más estos hermosos edificios históricos.
El examen se completó con éxito hace algún tiempo. Mirando hacia atrás, me doy cuenta de lo mucho que aprendí y de lo mucho que crecí. En un entorno de aula, uno se esfuerza aún más y se le observa más de cerca. Estás bajo una lupa. Esto te da mucha experiencia y conocimientos que puedes utilizar cada día en tu trabajo. Como guía autónomo, ahora muestro a gente de todo el mundo mi hermosa ciudad de Ámsterdam. Y cada día es diferente.
Una vez tuve un grupo de personas de la India conmigo. Fue inolvidable. En primer lugar, todo el programa se trastocó. ‘Daniël, he oído de Zansesjans, ¿es eso mejor que el Riekermill?’ De todos modos, nos dirigimos hacia allí. Les encantó. Como a los huéspedes les gustó tanto algo como el Zaanse Schans (porque eso es lo que quería decir) y esto sabía a más, también los llevé a Volendam de visita. Eso no tuvo tanto éxito. En el pueblo, todas las señoras indias se taparon la nariz. ¡Resultó que mi grupo era vegetariano! En el Palacio de la Paz de La Haya, me preguntaron qué emperador vivía allí, y el Blaak en Róterdam fue sorprendentemente el mayor éxito. Nunca antes había tenido que hacer tantas fotos. Aquel fue un día de recorrido por los Países Bajos. En el camino de vuelta, todo el autobús cantaba en voz alta. Les había dado a la gente un gran día.
Comparado con estar mirando una pantalla todo el día, algo así es un alivio. Estoy lleno de historias y cada día se añaden más. Para cualquier pregunta o solicitud, pueden contactarme a través de mi sitio web Daniël van Veen.
Un cordial saludo y quizás hasta pronto,
Daniël van Veen
Comentario de IVOR: Daniel es gestor de viajes certificado por ANVR